miércoles, 21 de diciembre de 2011

AFINACIÓN DE LA GAITA



INTRODUCCIÓN

Conseguir una correcta afinación de la gaita no es una tarea fácil, siendo un problema constante para todos los gaiteros, que deben saber acometer. La búsqueda de una correcta afinación es parte de su aprendizaje, debiendo ser  cada vez más exigente en la afinación conforme  se van conociendo los parámetros que la condicionan.

Haciendo un correcto mantenimiento de la gaita, la caña podrá mantenerse en condiciones óptimas y por lo tanto mantener la afinación.

En cuanto al sonido de los bordones, si se siguen los consejos ya relatados en el artículo sobre mantenimiento de la gaita, no habrá ningún problema.

            Una caña en condiciones normales, en verano sube la afinación, en invierno baja la afinación.

            Siempre que se vaya a tocar la gaita, para un ensayo o afinación, calentar, tocando como mínimo 5 minutos, y posteriormente proceder a comprobar afinación.

            Si una gaita cuando ya está a la temperatura y humedad de trabajo no afina, no esperar a que se afine ella sola ( los milagros para estos casos no se dan). Si se sigue tocando, la desafinación persistirá, y se hará más evidente conforme avance la actuación.

            Por lo tanto, es esencial que antes de ir a un ensayo o actuación comprobéis la afinación, corrigiendo si procede. Tratar de corregir la afinación en el último momento, a veces no se consigue.

Hemos establecido la necesidad de que la presión en el boto debe ser constante en la ejecución de la escala, y se han establecido las presiones de trabajo recomendables.

Cuando un gaitero observa que:

- La presión a la que toca es elevada, durante el ensayo o actuación, le produce fatiga y por lo tanto bajada  de afinación.

- Hay notas de la escala que se van de afinación.

- No suena o tiene un timbre fuera de lo normal.

            Ante cualquiera de estas circunstancias, el gaitero tendrá que acometer la labor de afinar la gaita.

            El elemento más sensible de la gaita y que más influye en la afinación es la caña, pero también habrá que tener en cuenta otros como el clarín, el boto, y el soplador.

El alma de la gaita es el sonido que se produce al paso de un caudal de aire desde un depósito a presión constante ( boto ), por una estrangulación producida en la abertura efectuada entre dos finas láminas de caña, que al vibrar, producen un sonido, que según las características del clarín crea una resonancia y amplificación del sonido.

Disponiendo el clarín de los agujeros correctamente dispuestos, producen la escala que deberá ser equilibrada.

El clarín debe ser diseñado y afinado por el luthier para que el gaitero ejecute la escala afinada a unas presiones adecuadas, que le permitan tocar durante tiempo prolongado, manteniendo la afinación y sin producir fatiga.

El interior del clarín se deberá revisar para evitar que se acumulen en las paredes interiores suciedad, restos de saliva, etc. Esta
acumulación hace que el clarín baje la afinación.

La caña será alojada en la espiga del clarín siempre ajustada con hilo, asegurándose una buena alineación, buen aprieto y estanqueidad.


El primer problema que debe vencer el gaitero es el miedo a modificar la caña y moverla en el clarín.


LA CAÑA.

Se divide en dos partes, las palas, y la parte atada, separadas por el frenillo (que puede ser de lámina de latón o de alambre ). Asomando por la parte inferior  se ve el tudel ( de latón ).

                                                 
La parte superior de las láminas  ( los labios ) son las que vibran y producen el sonido que es amplificado a lo largo del clarín.


ELEGIR LA CAÑA ADECUADA.

Habiendo seleccionado el tipo de caña y fabricante de la misma más adecuado para el clarín, es muy importante fijarse en las características concretas  de la caña que se va a ajustar al clarín.

Es muy importante fijarnos en su simetría. (vista de frente, de lado y de punta). Es necesario que se junten bien las cañas por los lados y que los labios, (la parte de arriba de las palas), no estén deformados y tengan la misma curvatura y el mismo espesor. Las dos láminas tienen que tener la misma rigidez. Se puede comprobar presionando con la uña del pulgar cerca de los labios, en la zona que vibra. Si se puede probar la caña, por higiene, lo haremos aspirando con fuerza por la parte del tudel y deberá dar un sonido vivo y brillante.


PONER UNA CAÑA NUEVA EN EL CLARÍN.

Habiendo seleccionado la caña adecuada, ya habremos casi resuelto el problema, pero tenemos que probarla.

Se toma la caña, se le pone hilo en la parte atada y se ajusta en el agujero de la espiga del clarín. El agujero debe permitirnos poder meter hasta el tope la caña o sacarla, así nos dará también un margen para afinar. Se deja la  caña en una posición media. Observar la abertura de las palas. Una abertura adecuada  alrededor de 0,5 mm,

Se coge el clarín y se sopla con la boca en la espiga, haciendo la escala, comprobando la afinación con el afinador. Inicialmente es una buena aproximación, que después habrá que continuar, montado el clarín en el cepo y comprobando presiones y afinación.

Las situaciones más frecuentes que se dan cuando se pone caña nueva son:

- La caña ha sido perfectamente elaborada, y tenemos suerte ( plug and play ). Afina perfectamente la escala y la presión es la óptima. Esta caña cuídala, porque es una joya. Enhorabuena!!!.

- La caña  da la escala equilibrada, y  un poco alta (+20 ,+ 30 cent.). Necesitando una presión un poco alta. Estos datos son buenos, ya que lo que tenemos que hacer es ablandar la caña, con lo que bajaremos la presión de trabajo a la vez que bajaremos un poco la afinación, llevando la caña al punto óptimo de trabajo.


- La caña da la escala equilibrada, pero un poco baja ( -40,-30 cent.).
Necesitando una presión un poco alta. Estos datos ya no son tan buenos. Lo primero que tendremos que hacer es meter la caña a tope, para intentar subir la afinación. Si hemos conseguido la afinación correcta, al ablandar la caña, la afinación bajará con lo que tendremos que conseguir mediante una combinación de operaciones más adelante descritas subir la afinación.

            - La caña “no suena bien”. Generalmente hay problemas con las notas graves, que no suenan, o suenan mal. Primero baja la caña en su alojamiento hasta el tope. Si lo sigue haciendo, que es probable, abre un poco la abertura de la caña actuando en el frenillo. Si da un sonido “más coherente”, la caña dará una afinación baja y la presión será elevada. Estando en el caso anterior. Si el problema persiste habrá que operar en la caña en varias áreas que más adelante se describirán.                          


COMPORTORTAMIENTO SONORO DE LA CAÑA

La caña produce un sonido más grave si:

- Si las palas son largas.
- Si las palas son anchas.
- Si las palas son delgadas.
- Si está abierta.
- Si está más sacada.
- Si esta húmeda.

La caña produce un sonido más agudo si:

- Si las palas son cortas.
- Si las palas son estrechas.
- Si las palas son gruesas.
- Si está mas cerrada.
- Si está más metida.
- Si esta seca.


ACTUACIONES SOBRE LA CAÑA.

ABLANDAR LA CAÑA.

La caña se ablanda rascando en el plano de cada una de las láminas. En las láminas aparecen tres zonas de raspado. La zona inferior, la zona media y la zona superior o labios. Actuando en cada una de ellas conseguiremos.

Zona inferior: La caña se ablanda, incidiendo sobre todo en las notas graves. Es interesante actuar aquí cuando las notas graves no dan buen sonido o se quedan un poco altas. Rascar con un cuter en ambas palas, dando igual número de pasadas en uno y otro lado con igual intensidad. La caña bajará de afinación pero hará un buen registro en las notas graves.

Zona media: Rascamos en la parte central de las palas. La caña se ablanda disminuyendo la dureza en general. Con esta actuación la caña bajará de afinación.

Zona superior. Hay que afinar los labios, mediante lijado con una lija P-240-360. Con esta actuación se ablanda la caña, consiguiendo subir la afinación.


SUBIR LA AFINACIÓN

1.- Cerrando la caña.
2.- Metiendo más la caña en el clarín.
3.- Afinando los labios de la caña.
4.- Poner hilo por encima del frenillo.

Nota:
Esta solución nº 4 es más conservadora y menos arriesgada que las que proponen otros, como acortar la longitud de las palas o subir el frenillo.
Si bien la solución propuesta es de “poner y quitar”, acortar las palas por los labios, o subir el frenillo es traumática. Mis experiencias no han sido positivas con estas soluciones.

Poner un poco de hilo encima del frenillo, es una buena solución para corregir la afinación en los meses de invierno, ya que baja. Retirándolo en los meses de verano, sin tener que hacer ninguna operación arriesgada en la caña.


BAJAR AFINACIÓN.


1.- Abriendo la caña.
2.- Sacando un poco la caña.
3.- Rebajando la caña en las zonas:
- Zona inferior. Afecta en general y sobre todo graves.
- Zona media. Afecta en general.
 
CONSIDERACIONES FINALES.

Cuando tenemos problemas de afinación puede ser debido a dos elementos principalmente, la caña y el clarín.

PARA AFINAR LA CAÑA

Si queremos afinar una caña nueva, es necesario hacerlo en dos días. No se puede afinar en un solo rato:

- El primer día, será suficiente hacer un ablandado ligero de la caña, con una presión quizás algo elevada. Escala equilibrada, que nos permita tocar durante un tiempo. Esto va a permitir que la caña se ajuste, adquiera la humedad adecuada, mejorando el comportamiento.

- El segundo día, ya se podrán reajustar los parámetros al punto óptimo, y de esta forma se mantendrán.

Si queremos afinar una caña que está puesta en el clarín, generalmente habrá que ablandarla o subir la afinación o bajarla, mediante operaciones básicas, partiendo de que la escala esta equilibrada.

PARA AFINAR EL CLARÍN.

Hasta ahora hemos hablado únicamente de la caña como única culpable de la afinación. Hay que considerar que el clarín también es responsable de que dé la presión correcta y equilibre la escala cuando la caña está bien.

Es inaceptable en un clarín, presiones de trabajo excesivas para conseguir la afinación, así como una escala no equilibrada.

Por lo tanto, el gaitero que observe en su clarín (cuando la caña está afinada y ablanda)  a una presión adecuada a sus posibilidades, que hay notas que no están afinadas y esa desafinación se mantiene, tiene como recurso el siguiente:

- Si la nota se queda desafinada alta, tapar el agujero correspondiente, usando celo.
- Si la nota se queda desafinada baja, agrandar el agujero correspondiente, mediante brocas con el incremento de diámetro adecuado.

Siempre que se afina un clarín es más problemático cuando se queda bajo que cuando está alto, por el margen de maniobra.

Gaiteros de renombre y bandas de gaitas galardonadas y experimentadas, utilizan clarines con todos sus agujeros corregidos mediante celo o cinta aislante, para asegurar perfecta afinación.
FUENTES DOCUMENTALES:


LA GAITA DE BOTO ARAGONESA. Martín Blecua Vitales – Pedro Mir Tires.

SEIVANE. Manual de Consejos.



                                                                       Por : Paco Narro Longares 6 de Diciembre de 2011

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