miércoles, 21 de diciembre de 2011

EL BOTO DE CUERO

Los botos de cuero usados en las gaitas de boto aragonesas proceden de la piel entera de un cabrito. La mayor parte se curten al tanino, sustancia natural extraída de cortezas de árboles. Con  este tipo de curtido, la piel se convierte en cuero sufriendo una transformación, para mejorar sus características físicas y estabilidad frente al envejecimiento.
Un cuero, si está bien curtido, se mantendrá en óptimas condiciones, si el ambiente donde se encuentra es el adecuado en humedad, temperatura y luz, nutriéndolo frecuentemente con alguna sustancia grasa que mantenga la elasticidad.
Los botos que se utilizaban antiguamente, recibían un tratamiento de impermeabilización a base de pez, idéntico al que se realizaba en la impermeabilización de las botas para el vino.
Los botos de cuero utilizados actualmente en las gaitas, llevan una impermeabilización a base de lanolina con aceite de parafina, para impregnar todo el cuero. De esta forma se protege de la humedad.

MANTENIMIENTO DEL BOTO

Con el uso, los botos de cuero van acumulando humedad. Esta humedad al quedarse residente en él, va generando ese caldo de cultivo de bacterias que van produciendo el mal olor que impregna al odre y se va haciendo, con el tiempo, más intenso e insoportable.
El boto suele tener dos puntos por donde suele originar pérdidas de aire que son los pliegues de las patas delanteras, donde se fijan los cepos de bordón y soplador. En la pata del soplador al ser el punto donde se da la condensación de la saliva, provoca adicionalmente  que el cuero se vaya “acartonando”, originando un envejecimiento prematuro ayudando a que aparezcan fisuras. Para evitar esto, periódicamente aplicar desde el exterior alguna crema nutriente en la piel (cualquier crema de manos) en el área de las patas delanteras.
Si en alguna parte del boto aparece algún pequeño pinchazo, se puede reparar (si el cuero no está saturado de humedad y sustancias impermeabilizantes) colocándole un pequeño parche redondo con cuero de igual espesor y rigidez que el del boto, con pegamento de cianoacrilato.

REGENERACIÓN DE BOTO QUE HUELE MAL

Si tenemos un boto de cuero que está en perfectas condiciones, pero el olor que tiene lo hace insoportable, se puede eliminar el olor siguiendo el siguiente proceso que hemos realizado y funciona.

1º Hay que quitar los productos impermeabilizantes que tiene el boto. Habrá que lavar el boto con agua a temperatura ambiente y jabón neutro para que quede limpio de los impermeabilizantes. Darle la vuelta al boto para asegurar que se limpia por dentro y por fuera.  Después de lavado, aclararlo bien para que no queden restos del jabón.
2º Hay que quitar el mal olor. Sumergir el boto en una solución de 100gr de alumbre y 50gr de sal por cada litro de agua. Poner la cantidad de solución necesaria para conseguir que el boto quede sumergido. Evitar que emerja cualquier parte de él, si es necesario poner algo que lo impida. Deberá estar una semana sumergido. El alumbre se puede conseguir en Gilca, lo venden en paquetes de 1kg. La sal, es sal común, de la que usamos en la cocina.
3º Pasada la semana sacarlo de la solución y aclararlo bien, para quitar cualquier resto de la sustancia donde estaba anteriormente sumergido.
4º Ponerlo a secar en un lugar a temperatura ambiente, con ventilación adecuada, evitando que le dé el sol.
5º Como el boto tiene puntos donde estaban taponados (ombligo, genitales, etc), cuando ya esté seco, comprobar que siguen estancos, volviendo a atar si hace falta. Una vez asegurada la estanqueidad habrá que reponer la protección impermeabilizante.
6º Impermeabilización. Se coge una cuchara sopera colmada de lanolina. Se vierte  en un vaso (de 200 cc.) de los que usamos  para agua, se llena con aceite de parafina (también lo puedes comprar en Gilca) hasta un dedo por debajo del enrase del vaso. Se pone el vaso al baño de María hasta que se disuelva la lanolina. Una vez caliente y diluida la mezcla, se coge con cuidado con ayuda de un paño y se vierte dentro del boto, haciendo que esta mezcla impermeabilizante impregne toda la superficie interior del boto. Después hay que frotar y estrujar la piel durante un tiempo (más de media hora) para asegurarnos que esta mezcla impregna todo el cuero, traspasando del interior al exterior del mismo.
7º Llegados a este punto si el boto ha sobrevivido, se podrá montar en la gaita para que vuelva a regenerar su aroma particular, singular y característico, con denominación de origen, propio de la unión del gaitero con el cuero del cabrito.

CONCLUSIONES

Desde un punto de vista práctico, cualquier boto fabricado de nuevos tejidos que transpiran el vapor de agua, aportan los beneficios de:
-          Estanqueidad perfecta.
-          El material no se degrada con la humedad.
-          Ausencia de olores.
-          Más higiénico.
-          Menor peso.
-          Tamaño adecuado.
-          Precio igual o menor.
-          Permiten colocar cremalleras (en fabricación), para alojar en el interior del boto dispositivos que reducen la humedad en los elementos sonoros.

Por lo tanto, vistas las ventajas del uso de los nuevas membranas en los botos modernos, la única justificación del uso de los tradicionales de cuero es para los eventos, donde las gaitas no porten faldeta, o de forma testimonial para exhibir como eran antiguamente los botos usados.
2/11/2011
                                                        Autor: Paco Narro Longares

1 comentario:

  1. Leido. Desde el último punto y aparte añado:

    Y de paso le pegamos cuatro patadas al higado del artesano que nos curte los botos. Si desarrollamos modelos de gaitas nuevos, pongamos el boto que sea. Si en cambio fabricamos gaitas tradicionales, obremos en consecuencia. Un colega luthier portugués con el que hablé en www.saintchartier.org, se quejaba de que cierto artesano no le servía pieles curtidas a lo que yo le comente que seguro que él montaba foles de goretex. Me dijo que sí y le hice el comentario de lo de las patadas al hígado explicándole que el sr Goretex no tiene cara ni ojos.No hace falta decir que al artesano de las pieles fuí yo el que le dió la idea de no servir botos de cuero a quien de forma normal monta botos sintéticos pues de estos últimos no va a poder vivir. El día que a alguien se le ocurra construir gaitas de boto de plástico, los que ahora defienden el goretex, reivindicarán la madera porque comenzarán a notar como saben las patadas en el hígado.

    Antonio Martinez

    http://lochaparro.blogspot.com

    ResponderEliminar